te envidie y ame tu libertad, tus movimientos, tus alas... y me encaramaba para cantarte al tejado; saltaba y saltaba empecinado pues buscaba abrazarte y volar lejos los dos quiza a otro meridiano.
un dia de primavera, con invitacion de flores y frescor de vida, al verte de nuevo brinque mas alto y porfiado; y despegue, y vole hasta tus alturas! no me lo podia creer, tocaba nuestras nubes y tenia delante a mi ser amado!
pero hete aqui que te vi enorme, tus alas eran metal puro, me olias a artificio e industria y estabas habitada de humanos; como los que tiraban piedras a mi nido e intentaban enjaular a mis hermanos, o ponianme trampas y argucias, o me azuzaban con saña a sus gatos: la sabia naturaleza no habia besado tu frio manto.
entorne los ojos y llore en silencio, mude mis plumas y marche cabizbajo finalmente con mis jovenes y estrenadas alas volando, mas marche solo, quiza a otro meridiano.